el baño del bebe

5 pasos para convertir el baño de tu bebé en un momento mágico y relajante

Algo tan cotidiano y aparentemente sencillo como bañar a tu bebé se puede convertir en un momento mágico, relajante y de conexión con tu pequeño. Sólo es cuestión de reservar un poco de nuestro tiempo para invertirlo y compartirlo con nuestros pequeños. Este es nuestro ritual para que el baño de nuestros hijos sea desde que son muy bebés, un momento mágico y relajante para todos. Va desde crear un ambiente relajante, hasta elegir los productos para el baño más adecuados.

Las madres y padres, cuando somos primerizos generalmente, ya tenemos presente que debemos elegir un champú para bebés que no irrite la piel, ni produzca picor en los ojos; cosa que no siempre es fácil de conseguir. Yo personalmente, sobre todo para bebé, prefiero usar productos que sirvan tanto para su cabeza, como para su cuerpo debido a lo delicada que es su piel. Además, en los bebés y niños pequeños es especialmente importante elegir productos de baño y cuidado de la piel que sean naturales, sin siliconas, ni parabenos, ni otra clase de químicos innecesarios. Y es que si esos químicos no son nada beneficiosos para nuestra piel, ¡imaginaos para la suya!

Elegir los productos adecuados es importante, al igual que lo son otros factores como preparar el ambiente perfecto o elegir la temperatura del agua óptima. Y aunque pueda parecer obvio, a veces no lo es tanto… ¡sigue leyendo y me cuentas!

Preparar el baño perfecto para tu bebé

Preparar el ambiente

Aunque pueda parecer obvio, es importante que se bañen en una habitación cálida y sin corrientes y ya sería perfecto si añadimos luces tenues y música suave. Piensa en cómo sería el ambiente perfecto para ti misma… y aplícalo también para tu bebé. Esto es especialmente importante cuando queremos que el baño forme parte de la rutina de sueño, pues aunque el baño suele ser un momento de juegos, un ambiente que invite al relax les ayudará a irse relajando poco a poco.

Elegir los productos de higiene adecuados.

Cuando nació mi hijo mayor compré un gel para bebés sin parabenos, en concreto el de Caléndula de Weleda, sin ser del todo consciente de sus beneficios y guiándome únicamente por ser un producto natural. Cuando mi hijo comenzó con sus problemas de piel descubrí que no podía haber elegido mejor, pues es un gel sin jabón y con ingredientes 100% naturales como digo. Contiene caléndula, de propiedades calmantes y regenerativas para la piel, así como aceite de almendra dulce de alta tolerancia cutánea, perfecto para las pieles sensibles y con tendencia a la sequedad.  Un combo perfecto para proteger la piel de los más pequeños.

A partir de ahí fui descubriendo la importancia de usar productos naturales para nuestra piel, no sólo la suya sino la de toda la familia. Pronto os contaré más sobre los productos  que he ido descubriendo en este tiempo.

Preparar el agua a la temperatura óptima.

Esto quiere decir que quizás tengas que probar con distintas temperaturas, ya que a algunos les gusta el agua más caliente (como a mi hijo mayor), mientras que otros la prefieren más fresquita. Mi hija pequeña, hoy día me pide que la bañe en agua prácticamente fría. Como ya os podéis imaginar, hasta que nos enteramos de esto, siempre protestaban cuando les metía en el agua. Y es que como es lógico, se la ponía siempre tibia… con lo que nunca estaba a gusto de ellos, hasta que aprendieron a decirlo. Curioso, ¿verdad? Pues os aseguro que mis hijos hoy día protestan y mucho si el agua no está a la temperatura adecuada para ellos. ¡Ahora entiendo por qué en sus primeros meses no les gustaba nada el baño!

Contar con juguetes adecuados a la edad de tu hijo

Desde los típicos juguetes de goma para bañera cuando son bebés de pocos meses, hasta otros un poco más entretenidos para bebés más mayores, la variedad es inmensa: libros, pinturas, apilables, juegos de pesca, molinos de agua…

En el caso de los juguetes de goma, ten en cuenta que si tienen orificios (lo cual sucede casi siempre), allá por donde entre agua puede criarse moho, con lo que es necesario o bien renovarlos con frecuencia, o darles de vez en cuando un baño de agua con lejía para eliminar cualquier posible moho. A continuación es importante aclararlos muy bien. Otra opción es taponarlos con una gota de silicona, ¡fin del problema!

Hablarle mientras le bañas.

Cuéntale cómo te ha ido el día, dile que le has echado de menos, pregúntale como le ha ido, incluso cuando aún no sepa hablar… Recuerda que tu voz es lo que más escuchaba cuando estaba en tu vientre, así que hablarle es un buen modo de relajarles. Además, el contarle y preguntarle cosas, genera una dinámica de charla familiar que será muy beneficiosa en el futuro.

Volviendo al cuidado de la piel, en caso de bebés con pieles atópicas, tocaría añadir hidratación tras el baño; os aconsejo echar un vistazo al post sobre cuidados de la piel atópica, quizás os resulte útil.

En casa tenemos un último paso en el ritual que se ha mantenido a lo largo de estos años… y es envolverles en la toalla, cogerles en brazos y abrazarles muy fuerte durante un buen rato. Creo que eso les reconforta y les hace sentirse queridos. ¡Ojalá podamos mantener este último paso durante mucho tiempo!

¿Me cuentas cómo es vuestro ritual del baño? ¿Se parece en algo al nuestro?

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