¿Están vuestras hijas e hijos ya en la época en que empiezan a contar chistes, y os piden que les contéis más?
Aunque los chistes no sean considerados precisamente algo serio ni necesario para aprender en la infancia, contar chistes puede servir a los niños potenciar sus habilidades sociales e interpersonales de pequeños, y una herramienta para relacionarse muy útil para los más tímidos. También sirven reforzar la imaginación y la creatividad, y practicar la memorización de un modo divertido.
La edad en la que comienzan a comprender los chistes está en torno a los 5-6 años; ya sabéis que en los peques no hay reglas fijas, así que unos comenzarán antes, y otros más tarde.
Para que un chiste sea adecuado para niñas y niños y pequeños debe cumplir los siguientes requisitos;
- Humor sencillo
- Lenguaje adecuado a su edad
- Breve
- Ojo con el mensaje que transmiten
Es importante que los chistes que les contemos sean breves, pues así les resultará fácil memorizarlos y contarlos después ellos, algo que les encanta hacer. ¡Lo repetirán a todas sus amistades y familia! Y los más ingeniosos hasta inventarán los suyos propios. También es importante que seamos conscientes de que los chistes que les enseñemos no deben contener un mensaje sexista ni discriminatorio; ya sabéis que los niños son pequeñas esponjitas que absorben y procesan todo lo que les enseñamos, y estoy segura de que nadie quiere que se tipo de mensajes calen en su cabecita. Y si aprenden uno de esos chistes, debemos explicarles que pueden herir a otras personas, llegando a ser cruel, y que no deben usarse.
Por último, debemos tener presente es que aunque algunos a nosotros nos parezcan chistes muy malos, para ellos este tipo de chistes son graciocísimos; recordemos que su humor es mucho más básico. ¡No hagamos que les pierdan la gracia!
Por si ya habéis olvidado los que contábamos cuando éramos pequeñas, allá van unas cuantas ideas de chistes apropiados para niños pequeños.
Chistes cortos y graciosos para niños y niñas pequeñas
Empiezo con el favorito de mi hijo mayor:
-¡Para, para, que se me ha metido una mosca en el ojo!
– ¿Cuánto cuesta?
– Dos euros
– ¡Pues que se bajen todos, que me lo quedo!
— ¡K de kilo!
— ¿Qué dices?
— No sé, has empezado tú.
— Me voy dos semanas de viaje.
— ¡Ah, qué bien! Pues no te olvides de escribir.
— Espero que no, con lo que me costó aprender…
¡El mundo es mío!
– ¿Qué es eso? – pregunta una
– Mi novio, que es piloto.
— Qué estrés.
— Dos más uno.
— ¿Sabías que las cajas negras de los aviones en realidad son naranjas?
— ¿¡No son cajas!?
– Claro.
– Vale: Uno maf uno, dof; Dof maf dof, cuatro: Tref maf tref, feif…
– «Se dice tibia»
– «Tibia romper el hueso d la pierna»
¡Perder el tren por los pelos!
– Jaimito, si en esta mano tengo 8 naranjas y en esta otra 6 naranjas ¿Qué tengo?
– ¡Unas manos enormes!
— ¿Ves? Y tú diciendo que no tenía nada…
¡Que en otoño se le caigan las hojas!
-¿Ah si? pues ya debe estar lejos…
— No, ya los tenía.
– ¡Eso te pasa por ser tan desordenado!
– Una vocal, profesora
– ¿Y la K?
– Una consonante que no se puede repetir
– Miércole
— Mi marido es vidente.
— ¿Tiene dos dientes?
— Noooo, ¡Que echa las cartas!
— ¡Entonces será cartero!
– Vale mamá. Pero ahora tengo hambre…
– Dímelo en inglés
– I am bre.
¡¡Peztoso!!
— ¿Me da un billete de metro?
— Tan grandes no tengo.
-¿Vamos andando o cogemos el perro?
– ¿Por qué?
– Para saberlo
– Adoro los mensajes de voz.
– Yo los detesto.
– Esos también me gustan.
– Juanito, tu vives en la casa de enfrente
– Quiero comprar unas gafas, por favor.
El vendedor le pregunta:
– ¿Para el sol?
Y le dice el niño:
– No. ¡Para mí!
— Profe, aquí tiene mi trabajo.
— ¿Esto qué es? Le falta la presentación.
— SEÑORAS Y SEÑORES, CON TODOS USTEDES… ¡MI TRABAJO!
¡¡Caldito seas!!
— Ponte repelente.
— ¡Madre mía, qué ingente cantidad de dípteros nematóceros!
– ¿Qué función desempeñan las rayas de la luna trasera del coche?
– Desempañan.
– ¡Ah! ¿Pues qué función desempañan las rayas esas?
«Jaguar you?»
— Cariño… ¿y si tuviéramos un hijo?
— No creo, cielo. Me acordaría.
– Ay, hijo, ¿y qué te han dicho?
– ¡¡Que son del planeta Agostini y quieren hablar contigo!!
– Pues repite hijo, repite.
– Mamá, mamá que buena está la paella.
¡Jajaja! Mi bichilla está en esta fase. Con decirte que un dí anos equivocamos hablando de un personaje de Bob Esponja (la señora Puff y la llamamos señora Fupp) y todavía se mea de la risa cuando se acuerda. ¡Ya me dirás tú la tontada!
Si, es que al principio su humor es super básico jjajajajajaja pues ya te digo yo que ahí tienes un par que la van a matar de risa, prueba y ya me contarás!
Hola Vanesa, a mi hija le regalaron cuando se le cayó un diente, un libro con 365 chistes, uno para cada día y estaba entusiasmada, no paraba de contar chistes, se lo llevo a la escuela y cada tarde al regresar nos hacia chistes, la mayoría de veces los repetía , pero ella feliz de contarlo y nosotros nos hacíamos los sorprendidos, lo decía con tal gracia que nos reíamos, aunque fueran chistes de toda la vida!
Jajaja! La mía hace ella chistes. Tiene un teatro…. Para estos aún es un poco pronto pero tomo nota.
Biquiños!
😀 Qué buen aporte. Mi nene aún es pequeñito pero me apunto estos chistes para cuando llegue el momento.
Lo acabo d compartir en mi página. Jajajaja a mis hijos les encantan los chistes. Yo nunca consigo acordarme d uno.
Muy buena y útil la lista, gracias por compartirla!
Otro chiste es:
¿Qué le dieron a Batman por su cumpleaños?
Una…
¡Batidora!