¿Sabías que la glándula tiroides puede aumentar de tamaño durante el embarazo? Sin embargo, los bocios asociados con el embarazo ocurren con mucha más frecuencia en áreas del mundo con deficiencia de yodo. Por lo general, el aumento de la en países desarrollados suele rondar entre el 10% y el 15%, por lo que no es evidente en el examen físico rutinario realizado por el médico. No obstante, a veces se puede desarrollar un bocio significativo, por lo que necesitarás nuevas pruebas de la función tiroidea.
Debes saber que la causa más común de hipotiroidismo es el trastorno autoinmune conocido como tiroiditis de Hashimoto. Esta afección puede ocurrir durante el embarazo debido al tratamiento inadecuado de una mujer que ya se sabe que tiene hipotiroidismo por una variedad de causas o por los posibles efectos de algunos de los medicamentos antitiroideos.
¿Cómo afecta el hipotiroidismo al bebé?
La hormona tiroidea es crítica para el desarrollo del cerebro en el bebé. Los niños que nacen con hipotiroidismo congénito, es decir, sin función tiroidea, pueden tener graves anomalías cognitivas, neurológicas y del desarrollo si la afección no se reconoce y trata de inmediato. Con un tratamiento temprano, estas anomalías del desarrollo se pueden prevenir en gran medida.
Además, el hipotiroidismo grave no tratado en la madre puede provocar un desarrollo cerebral deficiente en el bebé. Estudios recientes han sugerido que las anomalías cerebrales leves del desarrollo también pueden estar presentes en niños nacidos de mujeres que tuvieron hipotiroidismo leve no tratado durante el embarazo.
Concretamente, el objetivo del tratamiento del hipotiroidismo en una mujer embarazada es el reemplazo adecuado de la hormona tiroidea. Por ejemplo, las pruebas de función tiroidea deben revisarse aproximadamente cada 4 semanas durante la primera mitad del embarazo para garantizar que la futura mamá tiene una función tiroidea normal durante el embarazo.
Síntomas del hipotiroidismo
Este apartado puede resultar confuso, ya que muchos síntomas del hipotiroidismo son similares a los del embarazo. Sin ir más lejos, la fatiga, el aumento de peso y la menstruación anormal son comunes en ambos casos. Así mismo, debes tener en cuenta que el hipotiroidismo es una condición común. Puede pasar desapercibido si los síntomas son leves.
A rasgos generales, esto significa que la tiroides está poco activa y produce cantidades insuficientes de hormonas tiroideas y sus síntomas pueden ser leves o pueden comenzar lentamente, estos son algunos de ellos:
- Sensación de cansancio
- Incapaz de soportar las bajas temperaturas.
- Voz ronca
- Hinchazón de la cara
- Aumento de peso
- Cambios en la piel y el cabello, incluida la piel seca y la pérdida de las cejas
- Síndrome del túnel carpiano (hormigueo o dolor en las manos)
- Ritmo cardíaco lento
- Calambres musculares
- Problemas para concentrarse
- Períodos menstruales irregulares
En cualquier caso, es importante que acudas a tu proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico personalizado. Esto descartará cualquier duda y permitirá que optes por el mejor tratamiento que se adapte a tus necesidades.
A continuación, enumeramos seis nutrientes que pueden ser beneficiosos para las personas que padecen hipotiroidismo. Estos los puedes encontrar en forma de suplementos para la tiroides. Acude a un profesional de la salud para que te asesore acerca de ellos. Estos complementos nutricionales los puedes encontrar de manera sencilla y económica en tu herbolario de confianza.
Magnesio
Este mineral desempeña un papel fundamental en algunas de nuestras funciones más vitales, desde la presión arterial hasta el metabolismo de la glucosa en sangre, la digestión o las funciones musculares y nerviosas, entre otras. Además, el magnesio es responsable de más de 300 reacciones enzimáticas relacionadas con la síntesis de proteínas. En este sentido, es un ingrediente que contribuye a mejorar los síntomas que a menudo se asocian con el hipotiroidismo, como el insomnio, la fatiga, el estreñimiento, la presión arterial alta y las migrañas.
Vitamina A
También conocida como retinol, es un compuesto orgánico liposoluble que apoya la visión normal, el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la comunicación celular. Un estudio encontró que una prueba de 4 meses de vitamina A redujo los niveles de TSH (Hormona Estimulante de la Tiroides) en suero en los participantes. Al modular los niveles de TSH, esta vitamina puede ayudar a la glándula pituitaria y prevenir el agrandamiento de la glándula tiroides. Además, la vitamina A puede reducir el riesgo de procesos autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto.
Vitamina D3
La denominada “vitamina del sol” contribuye al mantenimiento regular de los huesos, por lo que puede ser ideal para ayudar a prevenir la osteoporosis. También interviene en la absorción del calcio y el fósforo, materiales de construcción esenciales para el fortalecimiento y la reparación del sistema óseo. Las personas tienden a presentar niveles bajos de vitamina D, lo que puede contribuir a los síntomas comunes de dolor articular y muscular.
Selenio
Se trata de un oligoelemento con propiedades antioxidantes que ayuda a proteger la glándula tiroides del estrés oxidativo. Por otra parte, el selenio interviene en la regulación del sistema inmunitario y en al prevención de daños en los tejidos de la tiroides. Es un inmunomodulador potente, por lo que la ingesta regular de suplementos de selenio ha demostrado una disminución de los anticuerpos TPO, según los últimos estudios. Una deficiencia de este nutriente interfiere con el metabolismo de la hormona tiroidea al inhibir la conversión de T4 a T3.
Zinc
Es un mineral reconocido por su apoyo a la salud inmunológica, pero el zinc es un poderoso catalizador para más de 100 reacciones enzimáticas en el organismo. Por ejemplo, muchas personas con hipotiroidismo padecen deficiencia de zinc, que puede deberse en parte a un sistema digestivo dañado. Un suplemento rico en este mineral puede servir de apoyo a la producción de hormonas tiroideas.
Vitamina B12
La deficiencia de B12 es común en muchas personas con hipotiroidismo y puede acabar en anemia. Estas dos afecciones pueden presentar síntomas similares, como fatiga, lentitud y deterioro cognitivo. Un suplemento de vitamina B12 ayuda a combatir estos síntomas, aumentando también la cantidad de glóbulos rojos sanos.
Yodo
Respecto a este nutriente, la Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de yodo de 250 µg/día durante el embarazo para mantener una producción adecuada de hormonas tiroideas. La ingesta de este mineral durante el embarazo suele ser baja, por lo que es aconsejable que las mujeres que planean quedarse embarazadas, las que ya lo están o aquellas en periodo de lactancia tomen un suplemento diario que contenga 150 µg de yodo. Un componente clave de las hormonas tiroideas que producen la glándula tiroides.
Conclusión
En resumen, la tiroides es la glándula con forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello. Esta se encarga de producir hormonas que regulan el uso de energía del cuerpo, junto con muchas otras funciones importantes. Además, la glándula tiroides ayuda a regular el metabolismo del cuerpo en forma de presión arterial, temperatura de la sangre y frecuencia cardíaca.
Cuando la producción de hormonas tiroideas cae, los procesos de tu cuerpo se ralentizan y cambian. El hipotiroidismo puede afectar muchos sistemas diferentes en tu cuerpo, por lo que debes prestar especial atención a los síntomas mencionados más arriba y consultar con tu médico cuál puede ser el tratamiento idóneo. Una de las opciones más seguras y saludables puede ser la suplementación, siempre y cuando esté aprobado por un profesional de la salud.
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