Ser madre y además mantener la limpieza del hogar puede llegar a ser frustrante y agotador. Sientes que las horas del día no te alcanzan y además, te mantienes siempre ocupada y pendiente de todo lo que hacen tus hijos.
Sin una buena organización puede llegar a ser todo un caos; que no está mal de vez en cuando, pero sabemos que el ver la casa desordenada y sucia puede causarte mucha angustia. Es por ello, que he preparado en este post algunos consejos que te ayudarán a mantener la limpieza de tu hogar y además, cumplir con tu rol de madre, sin morir en el intento. ¡Vamos, sigue leyendo, a continuación te contaré cómo es posible!
Intenta tener un horario
Tener un horario nos ayuda a organizarnos mejor y además no procrastinar. No importa si eres de las personas que cree que es mejor limpiar y ordenar en la mañana antes de que los peques se despierten, o prefieres realizar estas actividades al finalizar el día cuando ya todos han están en la cama. Lo importante es seguir el horario establecido, y si lo escribes es mejor, pues tu mente ya se prepara para ello y cumple con mayor facilidad.
Usa herramientas que te faciliten el proceso
El uso de alguna herramienta como un robot aspirador nos puede ayudar a mantener el suelo desinfectado y limpio en menor tiempo y sin tanto esfuerzo, por lo que el uso de estos objetos lejos de ser un lujo comienza a ser indispensable para así poder rebajar la carga de tareas en el hogar.
¿Disfrutar el limpiar?
Cuando no nos gusta realizar una actividad esta suele ser más tediosa, y hasta parece que el tiempo es eterno. El limpiar y ordenar nuestro hogar no tiene porqué ser así, todo es cuestión de encontrar el modo de dar la vuelta a la situación. Para ello, te aconsejo hacer algo que a mí me funciona fenomenal: mientras realizas tus quehaceres, aprovecha para efectuar al mismo tiempo una actividad que disfrutes, por ejemplo escuchar tu música favorita, escuchar algun podcats de interés, oír un audiolibro o hasta realizar alguna llamada con un familiar. ¡Así se lleva mucho mejor!
Divide las tareas del hogar
Cuando organizas las actividades domésticas para diferentes días, se vuelven manejables; no es lo mismo subir un peldaño que subir toda una escalera en el mismo día; probablemente te abrumes por querer hacerlo todo en un día. Es algo que suele suceder cuando se acumulan un poco las tareas.
Es por ello, que una buena manera de lograr la limpieza siendo una madre ocupada es organizar los quehaceres en bloques, por ejemplo, “el lunes lavado de ropa, y pasar la aspiradora, mientras que el martes toca limpieza completa de baños”. Se vuelven objetivos más reales y sostenibles. Y ojo, te estoy explicando a ti mis trucos, pero eso no quiere decir que la casa sea solo cosa tuya; también se debe ocupar tu pareja, y los niños, haciéndose cargo de tareas adaptadas a su edad. ¡No te cargues tú con todo, la casa es de todos! Y recuerda repartir no sólo las tareas, también la organización es en sí misma una tarea.
Aprovecha el tiempo
Sabemos que muchas veces, como madres ocupadas no tenemos tiempo ni para nosotras mismas, pero esta pequeña diferencia de unos 10 minutos te puede ayudar a realizar un quehacer y no dejarlo para después. Algunas actividades que puedes realizar rápidamente son por ejemplo; recoger un poco la sala familiar o vaciar el lavaplatos.
Escribe una lista
Se ha comprobado que escribir las actividades que tenemos que realizar, además de evitar que se nos olviden, también nos ayuda a disminuir el estrés; pues, nuestra mente sabe que está depositada en una hoja y no la mantiene todo el día rondando en nuestro cerebro, lo que termina siendo agobiante.
Es por ello, que escribir los quehaceres y las cosas que hacen falta para el hogar te va a ayudar a mantenerte organizada, que no falte nada, y que no olvides ninguna actividad.
Espero que mis consejos de madre ocupada a otra madre ocupada te puedan servir, en comolimpiartucasa.com podrás encontrar más recomendaciones de este tipo. ¡Suerte y ánimo! La organización resulta muy útil par cumplir con todas nuestras actividades. Pero recuerda: si no llegas, ¡no se acaba el mundo!