Ser madre es, muy probablemente, uno de los procesos más complejos y donde más cambia el cuerpo de una mujer. Obviamente, todos estos cambios se deben exclusivamente al hecho de estar gestando una nueva vida en nuestro interior, hecho que ocasionará todo un mundo de cambios más pequeños y que van afectando, de una forma u otra, a todo nuestro físico.
Más allá de que una embarazada coja más o menos kilos durante su embarazo, que puede deberse a muchas variables muy diferentes y que dependen de cada mujer, hay que tener en cuenta que el cuerpo se adapta, durante nueve meses, para poder dar a luz a un bebé y que la experiencia sea lo menos traumática, tanto para el cuerpo de la madre como para el del recién nacido.
De este modo, las caderas se ensanchan para facilitar la salida del bebé, la zona de los glúteos y el abdomen tiende a acumular grasa para proteger el embarazo, la piel de prácticamente todo el cuerpo se estira para adaptarse a la nueva situación y un sinfín más de cambios que, según cada persona, afectan en mayor o menor medida.
Como sé, porque ya he pasado por ahí, que muchas de vosotras estaréis aún peleando y preguntándoos cómo hacer para volver a recuperar la buena forma física después del embarazo, se me ha ocurrido elaborar una guía que os pueda servir de base para empezar. Sea como sea, como siempre, os recomiendo que consultéis todas estas ideas con vuestro médico, ya que, aunque se trata de consejos genéricos, puede suceder que no se puedan aplicar a ciertos casos concretos.
Empezar a moverse
Aunque a muchas personas pueda parecerle una tontería, lo cierto es empezar a moverse, aunque sea a caminar, puede ser un paso que le cueste a cualquiera que acabe de ser madre. Cuadrar horarios, estar pendiente del recién nacido, gestionar visitas, el cansancio acumulado, y, en definitiva, hacerse a una nueva vida son trabas con las que todas las mujeres nos encontramos después de ser madres, y que hacen que el poder comenzar a moverte pueda resultar francamente difícil.
Por eso, es especialmente importante el hecho de empezar a moverse, para dedicar unos minutos a ti misma. Ya sea saliendo a caminar, dedicando unos minutos de nuestro día a practicar un poco de yoga o, simplemente, corriendo un poco en la cinta. Sacar un poco de tiempo para realizar estas actividades nos ayudará a empezar a tener un estilo de vida más activo y también a organizarnos para poder entrenar en ciertos momentos del día.
Carboxiterapia para estrías y la grasa localizada
La carboxiterapia es un tratamiento mediante el cual se aplica dióxido de carbono a ciertas partes del cuerpo para ayudar a reafirmar la piel, así como a combatir la grasa localizada que puede ser realmente difícil de eliminar solo mediante ejercicio físico. Gracias al dióxido de carbono la piel recupera su elasticidad y puede restablecer, en gran medida, el colágeno que se ha perdido durante el embarazo.
Además de esto, la carboxiterapia es también un grandísimo aliado para tratar las estrías y la flacidez. Con este proceso, mejoraremos muchísimo la calidad de nuestra piel debido a que, en parte, mejora también la microcirculación. Sin duda, es uno de los tratamientos más recomendados para el post parto, sin embargo, debéis consultar con vuestro propio médico para que evalúe vuestro estado y determine hasta qué punto podéis llegar o qué grado de intensidad deben tener las sesiones de carboxiterapia.
Sea como sea, podemos aseguraros de que la carboxiterapia es un tratamiento altamente eficaz, prácticamente indoloro y con el que obtendréis unos resultados muy acordes a lo que estábais buscando, sobre todo en cuestiones de recuperación de elasticidad de la piel.
Un entrenamiento personalizado
Después de haber vivido un embarazo durante nueve meses y un parto que, en muchos casos, se puede alargar durante más de 12 horas, el cuerpo de una mujer se siente agotado y al límite de sus posibilidades. Es por eso que, para poder recuperar la forma física que se tenía antes del embarazo es muy importante centrar los esfuerzos y ser conscientes de los cambios que debemos realizar. Para esto, si es que os lo podéis permitir, lo mejor es realizar entrenamientos personalizados, durante al menos unos meses, para poder realizar ejercicios adaptados a nuestra situación y aprender a colocar las posturas de la forma más correcta para evitar lesionarnos.
A día de hoy, existe una oferta enorme de entrenadores personalizados especializados en deporte post parto y que nos ayudarán a mejorar nuestra forma física desde dentro hasta afuera. Con este tipo de entrenamiento podremos, entre otras cosas, combatir la flacidez, trabajar el suelo pélvico o mejorar el aspecto de nuestro abdomen y glúteos, entre otras muchas cosas.
Siempre acompañadas de una buena alimentación
Finalmente, el último consejo que os puedo dar para recuperar la forma física después de un embarazo y un parto es que seáis conscientes de que la base de todo y lo más importante es llevar una alimentación sana y natural. A pesar de que los kilos de más son una realidad con la que debemos aprender a vivir, lo cierto es que si nos preocupamos por llevar una alimentación basada en productos naturales como las frutas, las verduras y las legumbres combinadas, por ejemplo, con pasta, cereales como el arroz o pescado estaremos contribuyendo muchísimo más a recuperarnos con mayor rapidez.