Así que sales zapateando, efectivamente la cosa no tiene pinta de querer llover, el cielo está gris-feo, pero vamos, eso viene de serie en esta tierra…
Y hete tú que llegas a la guarde, tras tus 20 minutos a paso bien rápido, y al ir a timbrar notas a través del cristal de la puerta algo extraño en la entrada… como una ausencia… como que… MECAGOENLALECHE ¿¿¿¿DONDE ESTÁ LA SILLA?????
Tomas aire. Cuentas hasta cincomil. Del derecho y del revés. Te acuerdas de tu santo y de la que lo parió, y de paso de la que te parió a tí, ya puestos, que aquí hay para todos.
Vale, que no cunda el pánico. A veces hay sillas dentro, puede que no hubiera sitio y esté ahí.
Entras con el alma en vilo… y no, no está ahí. M I E R D A. Intentas acallar tus instintos asesinos mientras recoges a tu pequeñajo, le haces caratoñas, lo cubres a besos. Qué lindo es mi niño, que capullo su padre, mecawen…
Desde la entrada llamo a su padre, -no a gritos, por teléfono- por si la silla está en algún sitio que yo desconozca. No, no está. Ups, se olvidó. Y está a media hora en coche, como para traerla. Si no fuera porque tendremos que esperar aquí media hora, este venía por mis santas narices. Pero como no estoy por la labor le despido sin decirle nada más, que sólo se me ocurren palabras muy feas y centollito me escucha con atención.
Pues nada, ¿cómo lo hacemos centollito? Venga va, vamos a ir dando un paseo, con lo que a tí te gusta andar y correr, que no paras en todo el día, un paseíto de media hora (a paso normal de adulto) bien lo haces…. total, MALOSERÁ.
Pues si, maloserá…. total ¡qué puede pasar!
pues…
… que antes de que avanceis 50 metros ya haya empezado a lloviznar…
… que centollito sea más cabezota que su padre y su madre juntos, y se quite la capucha tantas veces como tú se la intentas poner…
… que tengas el pelo recien lavado y alisado, y como solo tienes 2 manos y no puedes soltar a centollito, se te va a mojar y no te puedes hacer ni una triste coleta…
… que precisamente hoy has decidido estrenar esas botas tan monas y baratísimas que mejor que no se mojen porque son de tela…
… que en los últimos días te aqueja un extraño mal que hace que al andar por la calle los dedos de las manos se te hinchen como chorizos, y hoy parece ser uno de los peores días porque al cabo de 5 minutos los tienes ya tan hinchados y deformes que te cuesta agarrar la mano de centollito…
… que el susosicho marisco tenga muchas ganas de cachondeo, y se tire al suelo uno de cada diez pasos…
…. que vayas cargando con el bolso, la bolsa de centollito, la bufanda, el abrigo gordo para el frío… y con centollito en brazos cada poco porque se cansa y prefiere que lo lleves…
… que luego cambie de opinión y se ponga a balancearse hacia todos los lados cual péndulo, con el grave peligro para vuestro equilibrio que ello significa…
…. porque él quizás aún no lo sepa, pero su mami es del club de las #madrestropezadas, vaya que sus caídas son frecuentes…
… que aproveches que centollito se empeña en estar sentado en el bordillo de un portal con su cara de soy guay y feliz para hacerte una coleta super rápidamente… pero entre tus dedos-chorizo, el encrespado que ya asoma y la velocidad te sale un churro… qué digo churro, una porra madrileña, llena de montañas y mechones desmadrados…
…que en ese momento a tu queridísímo hijo le dé por echar a correr… y tú detrás, roja, cargada, con el chicholoco desmelenao, y echando humo literalmente, porque a pesar de que hace un frío que pela tú ya vas sudando…
… que el gilipollas funcionario que eligió las baldosas de las aceras no buscara en su momento baldosas que al mojarse no patinen, habida cuenta de que aquí llueve mucho, y que por ello cuando vais cuesta abajo centollito pega unos patinazos de la leche, con lo que tienes que practicar la caza del centollo (para que no salga volando) y llevarlo en brazos largos tramos…
… que tras casi una hora peleando por mantener el buen humor a pesar de todo, llegues por fin al principio de tu calle… una calle que cada mañana maldices por la empinada cuesta arriba que tienes que subir, cuesta que ahora mismo mojada es una verdadera pista de patinaje y te toca hacer cuesta abajo…
… que para crear un ambiente propio de los grandes finales, se ponga a llover de verdad, tu centollito diga que patines tú si quieres, tus dedos amenacen desgarrar la piel de hinchados, y tú te preguntes qué clase de gilipollas eres por ir a buscar a tu nene andando en lugar de llevarte el coche…
… que cuando POR FIN abres la puerta de tu casa, una hora diez minutos más tarde, y te sientes como esos corredores que hacen maratones y llegan por fin a la meta, en tu éxtasis creas escuchar fuegos artificiales…
… ah, no, es que centollito me ha preparado un BUEN PASTEL como merecido premio a nuestro fantástico paseo…
En fin, ha sido divertido (o algo), y en casa me nos esperaban unas estupendas lentejas que centollitó se comió tan ricamente a mi salud, seguidos de mi un yogurt, para luego engancharse a la teta y pegarse una buena siesta. Y yo, con acertar con los chorizos dedos en el movil para contaros nuestra epopeya, ya me dí por contenta.
¿Alguien ha tenido también un día gracioso?
Lo siento pero me he tenido que reír porque yo soy de la que le pasan esas cosas y me he sentido muy identificada!!! Papacentollo se habrá quedado sin cenar verdad?? Jajaja jajajaj un besazo
jajajajajaja no sí yo también me río… sobre todo ahora 😉 papacentollo está castigado a trabajos forzados hasta nuevo aviso jajajajajaj un beso guapa!
Jejejejeje. Reconócelo querías saber se primera mano lo que se tarda en modo niño desde la guarde a tu casa andado…pero otra vez escoge un día soleado que llegarás de mejor humor a casa 🙂
Impagable el encuentro con papacentollo…jejeje
Un beso guapa!
Jajajaja! El de antes era yo que he comentadosin querer, desde la cuenta de mi marido. ¡Qué desastre!
Me parto con tu post!! En el momento lo debiste pasar fatal, ¡ya te imagino sudando goterones subiendo por la cuesta con centollito en brazos y toda la lluvia cayendo!. ¡aya show! Es que nos pasa cada cosa… ¡Santo marido que tienes! (todas tenemos uno parecido :-))
Por cierto, me ha encantado la alusión al #clubdelasmadrestropezadas 😉
jajaja pues si, me diste envidia, y me dije… Orquídea, ¡tienes que probarlo!
Lo de papacentollo ni te cuento, entró en casa de rodillas suplicando clemencia jajajaajajaj Un besote!
No me extraña, yo me partiría viéndome a mí misma con esa pinta jajajaajajaj tienes razón en que estascosas sólo nos pasan a las madres, los padres no se cómo lo hacen pero ¡siempre se libran o salen por antequera!. Un besote guapa!
Vaya, pues ya me da pena que se te quitara la risa jajajajaaj pero ya ves que si que salió 😉
Silvia jajajajaja si es que las #madrestropezadas nos tropezamos hasta en la red! 😉 La verdad es que tuve momentos de… oHHHhhmmmMmmmmM jajajajaja pero al mismo tiempo iba pensando… esto lo cuento en el blog, se van a partir, porque más ¡surrealista no puede ser! Y mi santo… tiene sus momentos de gloria, en un sentido y en otro… tengo que contaros más, para que veáis jajajaja
Un besote guapa!
jajaja! Cómo me he reido!!! Gracias por ese humor en momentos TAN me «cagüentó».
Un abrazo
Gracias a tí Paula, por pasarte y por comentar, que os haga gracia me alegra el día, de verdad :)))))) Un abrazo guapa!
Y yo también me he reído,jajaja, yo haría un post de mala leche seguro! jajaja
Eres la repera, la prima de Murphy. Todo se alineó para que saliera una tarde al revés. Eso de llamar por teléfono en vez de a gritos a super papi, me lo apunto, jajaja.
A mí, me pasó una vez con la petite. Al menos que yo recuerde, debo tener una memoria de pez, porque apenas recuerdo nunca nada. A lo que iba…
Petite en la guardería. Yo en casa. Niña en el colegio. Padre trabajando. (creo que era así, porque no recuerdo ir con la mayor, pero no me cuadra del todo). Voy, voy…
Amenaza lluvia, pero la guardería está a 10 minutos caminando. No cojo coche, claro. Salgo sin chaqueta (uys, que frío). Y zapatos de medio tacón. Que resbalan que da gusto. Ah! para ir a la guardería, hay cuesta o pendiente, depende de como lo mires, si desde abajo o desde arriba. Llegué a la guardería comenzando a llover. Chispeando. Poco. Una lluvia que parece que no, pero moja.
Y llegué a casa, empapada. La peque, que si la había dejado con impermeable por la mañana, llegó sana y salva, aunque la cara empapada de agua. Yo me resbalé un par de veces, pero por cosas del destino que no entiendo, no me caí. Debe ser que como llevaba a la petite en brazos…
Bueno. Alguna más habrá. Y con el pelo de peluquería, que siempre que voy me lo aliso, tengo mil, pero eso no tiene gracia. gastarme dinero para nada…
Hola amiga!!
Cuanta alegría me ha dado a mí el poder saber de tu blog. Ser madre es durísimo. No lo he dudado en ningún momento. En mi caso fue por subrogación y entre el coste y los desplazamientos todo fue duro. Pero también debo confesarte que contactar con Ucrania para que me ayudaran en mi propósito fue de las cosas más bonitas que he hehco en mi vida.
La verdad es que estoy feliz y veo que mi hijo evoluciona normalmente. Hace cosas muy parecidas a las que tu nos cuentas aquí, por lo que la cosa va mejorando en cuestión de días y no le difiere de otros pequeños. La cosa está en mi cabeza.