disfrutando de la playa

¡Hijo mío, no te dejes agarrar por nadie! {Madres como tú: Lecitia}

Soy Leticia, una madre primeriza perdida en una isla, a la que se le despertó el instinto materno después de unas náuseas hasta el mismo día de parir, una diabetes gestacional, una cesárea de lenta recuperación y una minidepre post parto… Descubrí que había un mundo madre-padre bloguer@ que me llevó a descubrir mi verdadera pasión. Y aquí estoy con un cachorro, un blog, un grupo de crianza y un sin fín de Cositasdemamis!!!!

 

Como cada mañana durante los meses de verano, B. y yo aprovechamos al máximo los primeros rayos de sol, llegando los primeros a nuestro rincón de la playa (alguna ventaja tiene que tener vivir en una isla) En él es innato el gusto por la arena, el mar, las rocas… es isleño aunque marido reivindica su mitad uruguaya.

 

disfrutando de la playa

Esa mañana tuve que lidiar con una situación que hacia un tiempo venia pensando cómo solucionarla si algún día me pasaba y …

Esa mañana calurosa de junio, en nuestro rinconcito nos encontramos a una familiar holandesa, en principio mono parental. Solo mamá con dos cachorros, uno de unos 4 años otro de 6 y los abuelos. Un abuelo activo y risueño, todo el rato jugando con sus nietos mientras mamá se tomaba un baño. Y detrás de la imagen idílica, la abuela, la matriarca del clan. Mirada inquisidora, mandona y controladora.

B. va bastante por libre en la playa, se entretiene mucho aunque siempre hay que estar un poco encima para que no destroce los castillos de los demás o se lleve un cubo que no es suyo dejando a un@ niñ@ llorando a su paso. Pues como cada día nos pusimos en la orilla a hacer nuestro castillo y poco a poco B. se fue acercando a la familia de holandeses tan entrañable que estaban haciendo una obra de ingeniería. Eso llamo la atención de B que en menos de un segundo ya estaba interaccionando con los dos niños a los que no entendíamos ni pa pa. Le advertí que no les quitara sus juguetes que jugara con ellos pero en principio con los suyos. Contentísimos los tres niños jugaban juntos y el abuelo con una sonrisa de oreja a oreja contento de compartir ese rato entre todos. B. cada vez más contento empezó a venirse arriba saltando y entrando y saliendo del gran castillo que habían hecho sus nuevos amigos.

 

castillo de arena

 

Ellos decidieron cambiar de actividad y se marcharon con el abuelo a jugar al agua, quedando B. solo jugando con aquel gran castillo de arena. Hasta que llegó la bruja malvada del cuento. Yo no me había percatado pero imagino que la abuela había seguido muy de cerca toda la secuencia y al quedar B. solo vio que era el momento de defender lo suyo y marcar territorio.

Agarró de debajo de los brazos a B y lo sacó del castillo de una manera agresiva casi empujándolo al mar. Yo vi todo lo que pasó y me quedé pati perpleja, B. tres cuartos de lo mismo. La miré con cara de asombro y me hizo un gesto de brazos en jarra y señaló a sus nietos. Ohhh dios mío por un momento pensé que la tierra que me vio nacer tiene dueños y es de los que se pagan 15 días en un hotel con la arena de la playa también incluida en sus packs de pulserita “todo incluido” y después fue cuando llegó esa lucha interna entre lo que hice y lo que debía haber hecho.

Enseguida le dije a B, vamos a alejarnos un poco y a jugar nosotros, esta señora no quiere que juegues en el castillo de SUS nietos. “me ha reñido”  me dijo B. “¿¿por qué??” me preguntó

Pues porque hay personas que no quieren que juegues con sus castillos de arena y no pasa nada pero una cosa sí que te debo enseñar y es que no te dejes agarrar por nadie, que no te agarre nadie a la fuerza.

¿Es en esa situación en la que él se debe defender? ¿Debería haberle atacado cómo una loba? ¿Gritarle cómo una posesa?

lobo-alfa

Nosotras enseñamos valores, pero los nuestros. Yo tengo unos valores y se los transmito o él simplemente ve lo que yo hago. Soy anti violencia y anti conflicto. Con lo cual él en esa situación, vio que yo simplemente ante una acción que no me gustó, huí. Me alejé e hice como si no pasara nada. Luego no sirve que yo le diga lo que debe hacer en esa situación. Está claro que él va a huir. Entonces ¿me enfrento a mis fantasmas y se los voy a transmitir a B?  Yo no quiero que huya, que sea un cagueta, pero tampoco quiero que golpee. No estoy a favor de ningún tipo de violencia.

 

Así que de momento tu hijo mío, ¡¡¡ no te dejes agarrar por nadie!!! Luego ya escucharás a familiares y amigos decirte: Tú no seas tonto y si te pegan ¡¡¡pega!!!

 

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5 comentarios en “¡Hijo mío, no te dejes agarrar por nadie! {Madres como tú: Lecitia}”

  1. Pues sinceramente a mi tampoco me ha convencido el si te pegan, pega nunca.
    Para vivir en un mundo sin violencia es bueno enseñar a nuestros hijos a no serlo.
    No digo q haya q ser indefensos, pero tampoco me parece que coger y marchar sea una huida.
    De hecho en muchas ocasiones es una opcion muy inteligente 😉

  2. Bueno, la situación no se pudo solucionar mejor porque probablemente no entendía español pero ante esas situaciones es cuando debemos recordar ser asertivos. De esta manera ni huímos ni nos «vengamos» si no que simplemente expresaríamos lo mal que nos ha hecho sentir su actuación y lo ofendidos que estamos. El parque se quedaría con buen ejemplo de que no hay que callar ni dejarse «agarrar» y que hay que expresar lo que se siente.
    Mantén la no violencia!!
    Gracias por tu historia 🙂

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