Bueno pues empezaré mi historia diciendo que mi lactancia comenzó de manera bastante desastrosa.
Yo soy muy cuadriculada y me gusta tenerlo todo organizado asi que cuando descubrimos que estabamos embarazados me compre la gran guia del embarazo y la lei parte por parte, mes a mes y capitulo a capitulo siguiendo las instrucciones obedientemente.
Nunca me habia planteado el tema de la lactancia, inocente de mi pensé que era algo innato a nosotros, ¿no somos mamiferos?? pues eso….No se me ocurria que la lactancia tuviera fracasos ( y cuantos….). Asi que ni me informé ni me preocupé sobre el tema, ya sería como fuese cuando tuviese que ser.
Sobre lo que si habia meditado y pensado era sobre mi parto, queria lo mas natural posible y junto a mi pareja en TODO momento. Lamentablemente no fue asi y me separaron de mi pareja y lo que es peor de mi hijo nada mas dar a luz y hasta 24 horas después.
El niño vino ya tomando biberones, inocente de mi no se me ocurrió poner el grito en el cielo ni montar la de San Quintin ya que en otros hospitales es impensable que esto ocurra, y se les da a los bebes separados de sus madres como mucho gotitas de suero, porque para el/la que no lo sepa un biberón en momentos tan tempranos puede acabar con la lactancia.
Pero yo lo intenté, y lo intenté y lo intenté. Sólo una de las múltiples enfermeras que me atendian se dignó a darme una indicación, por cierto bastante útil que fue la postura en que tenia que colocar al bebé para darle el pecho. Si, es así de triste, somos los únicos mamiferos que no sabemos dar de mamar a nuestras crias.
El resto de personal sanitario se encargó de desanimarme a más no poder, cosas como: «Uy, si no te ha subido ya la leche, despideté» o «Ya puedes ir aprendiendo a dar biberones», se encargaron de hacerme dudar en todo momento.
Pero cuando salí del hospital una que es aragonesa, y cabezona a más no poder se empeñó en que su bebé tomaria el alimento de ella misma y puso al bebé al pecho sin descanso. Debería haber hecho caso a mi madre (¡Ay, Mamá! Cuantas veces habré repetido esto a lo largo de mi vida…) y haberme puesto en contacto con el grupo de lactancia para que vinieran a echarme una mano. Pero mi instinto animal, supongo que seria, me hizo reaccionar de la manera que mejor pude haber hecho y conseguí desterrar los biberones y dar el pecho a mi hijo.
No digo que no haya habido momentos dificiles, los ha habido y muchos, al principio me dolía supongo que por malas posturas y tambien porq jugaba con la desventaja de una «herida de cesarea» q dolia cada vez q la tocaba, luego se añadía q tenemos un bebe muy demandante y solo queria estar en brazos o en el pecho, cosa logica y normal pero cuando te pegas el dia sola de 8 a 20 se hace muy dificil.
Asi que para mi la gran salvacion fue el grupo de lactancia al que al final acudi cuando mi bebe tenia tres meses y menos mal! porque a parte de resolver mil millones de dudas, aprendi un monton de cosas y sobre todo y mas importante conocia a mamas que estaban a mi misma situacion y ver que no eres un bicho raro y que lo que te ocurre a ti es lo mas normal del mundo es un alivio.
Otro de mis puntos de apoyo en este gran mundo que es la lactancia ha sido la estoica figura de mi marido que ha sacrificado sus horas de sueño para que yo descansara porque yo daba el pecho, o que paseaba al bebé por las noches para que yo pudiera dormir un poco. Que me ha animado en los momentos de duda y que ha hecho que las ideas que los dos nos hemos forjado sobre crianza siguiera poniendolas en practica pese a grandes momentos de debilidad.
Tambien he de mencionar como guia al gran pediatra Carlos Gonzalez, el guru de las de la teta que dice mi marido, estepues señor ha resuelto tambien infinitas dudas, guiado, indicado o simplemente reforzado las ideas que teniamos sobre lactancia y crianza en general.
Yo desde luego animo a cualquier mamá a dar el pecho, es algo precioso, momentos unicos que no se borraran de la mente. Si, en ocasiones es duro y creo que nadie tiene comienzos faciles pero desde luego que merece mucho la pena porque ya no solo le das una serie de defensas a tu bebé ademas de alimento y bebida si no que creas ese vinculo tan especial, esa conexion que nadie podra entender a menos que haya pasado por la misma experiencia.
Los momentos duros se olvidan y solo recuerdas su carita de satisfaccion, su manita acariciandote, su calorcito y el retumbar de su corazon.
Mother Goose
¡Gracias Mother Goose por compartir tu historia! Por cierto, espero que pronto retomes tu blog, Una madre apurada, se echa de menos leerte 😉 Un besote gordo!
Que buen relato Mother!!! Que importante son los grupos de lactancia, lamentablemente en Argentina solo existen en las grandes grandes ciudades, debería haber uno en cada hospital!
Un beso gigante!
¡Qué buenos son los grupos de apoyo a lactancia y cuánto bien hacen!
Me alegro que al final consiguieras lo que querías!
Yanina, sí que son muy importantes, sin ellos muchas mamás no conseguirían dar el pecho bien… Por cierto, no se si sabes cómo funcionan aquí… son grupos de mamás! Simplemente se forman como monitoras de lactancia, por decirlo así, sin más ánimo que el de ayudar, y luego se organizan para reunirse una vez por semana… Y es que aquí no hay nada de nada, si no es por esos grupos de mamás estaríamos completamente perdidas! Un besote guapa, y gracias por pasarte de nuevo 😀
Silvia gracias a tí tambien por pasar, un besote gordo tambien para tí :))