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La maleta perfecta para ir de vacaciones con niños

Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, toca cruzar los dedos para que el tiempo acompañe y podamos hacer una escapada familiar. Este invierno ha sido particularmente duro, ha llovido muchísimo, así que tengo a los peques ya desde enero preguntando que cuando nos íbamos por fin a la playa. Ya os podéis imaginar, tras el confinamiento, lo ansiosos que están por ir.

Una de las cosas que he ido aprendido con el paso de los años es a elegir mejor la ropa que pongo en la maleta de los peques, pues ya siendo cuatro hay que mirar muy bien qué ropa llevas para cada uno,  o corres el riesgo de acabar llevando más maletas que personas.  Además, con el tiempo tan cambiante que tenemos en Galicia en estas épocas, que lo mismo te achicharras a 30 grados que necesitas un abrigo gordo porque la temperatura baja a 7 grados, los primeros años picaba en lo de llenar la maleta de porsiacasos. Pero, con los años, he ido aprendiendo a reducir el número de prendas y aún así cubrir todas las posibilidades. Así que hoy te voy a contar cómo lo hago 😉

La maleta de una niña o un niño: los imprescindibles

Aunque normalmente tendemos a llenarlas de “porsiacasos”, por lo impredecible que suele ser el tiempo en estas épocas, la verdad es que, si te paras a pensar un poco antes de organizar la maleta de tus hijos, puedes ahorrar bastante espacio y ropa inútil.

Lo primero que hay que hacer es descartar muchos de esos “porsiacasos”, pero hay tres que considero que son total y absolutamente imprescindibles:

  • Gorra y gafas de sol: aunque nos parezca que el sol todavía no tiene fuerza, hay que proteger su vista todo el año, y si ya calienta el sol se hace necesaria la gorra para protegerles de sufrir una insolación.
  • Crema protectora solar: Los expertos dicen que hay que proteger siempre la piel del sol. Así que, si van a estar muchas horas al aire libre, lo mejor es aplicar cremas en las horas de máxima exposición (mediodía y primera hora de la tarde). Eso si, también tenemos que dejar la piel expuesta al sol al menos media hora, para que puedan generar vitamina D. Dicen que el mejor momento es en las primeras horas de la mañana, antes de las 12, que es cuando generalmente el sol comienza a quemar y ya se hace imprescindible poner crema.
  • Termómetro y paracetamol infantil. Ojalá no haga falta, pero ocupa poco, y siempre es mejor llevarlo que tener que localizar una farmacia en un lugar que no conocemos.

A partir de aquí, tocará decidir qué llevan de ropa y complementos, y en esto tiene mucho que ver nuestro lugar de destino. No está de más hacer una investigación acerca del tiempo que se prevé, pero, aún así, puede haber sorpresas; el tiempo en primavera es cambiante, y tanto puede hacer mucho calor como diluviar. Y si hablamos de Galicia, esta misma premisa es válida para el verano. No obstante, debemos frenar nuestra ansia de cubrir todas las posibilidades, y con un poco de organización podemos conseguir cubrirlas con menos cantidad de ropa.

  • Piensa como un niño: ellos no son tan frioleros como nosotros, así que olvida la ropa más larga. Y me refiero también a las niñas, mi pequeña es aún más calurosa que el mayor, ¡y me parecía imposible!.
  • Aplica la teoría de la cebolla: es decir, vestirles en capas. Una camiseta de manga corta puede servir para un día de calor y también para poner por encima o por debajo de otra de manga larga, y sustituir a un jersey fino. Una prenda, dos posibilidades.
  • Un jersey fino también es muy socorrido; para un día un poco fresco, en lugar de abrigo, o por encima de dos camisetas para abrigar más…
  • Un chubasquero te sirve tanto para los días más cálidos como para los más frescos; todo depende de la ropa que le pongas debajo. Camiseta de manga corta en día más caluroso, de manga larga o doble camiseta si refresca.
  • Respecto al calzado, no olvides llevar unas lonetas para trotar, y un zapato de piel por si llueve. ¡Aunque esperemos que no!
  • Revisa que las prendas sean combinables entre sí al máximo; esto te permitirá reducir duplicidades
  • El número total de prendas dependerá de los días que vayáis a pasar fuera, pero si son más de 4, ten en cuenta que siempre puedes lavar alguna prenda.
  • Ropa interior y calcetines, ¡que no se te olviden! Y pañales para los más pequeños 😉

Como ves, planificando un poco se puede reducir considerablemente el tamaño de las  maletas. Nosotros hemos pasado de una trolley pequeña para cada uno a una grande para todos. ¡Y aún así, siempre nos queda ropa sin usar!

¿Me cuentas cuáles son tus imprescindibles? ¡Vamos que nos vamos!

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