La gata Grey y sus cachorros

La natalidad

Durante nuestras vacaciones, esta gata venía a la ventana cada día a pedir mimos y comida, en ese orden, y cada vez más mimos y menos comida. La sorpresa llegó al cabo de unos días, cuando aparecieron con ella tres gatitos, maullando desesperados. Mientras ellos comían, ella los observaba, a un lado, sin pedir nada para sí.

Fue al cabo de unos días cuando presencié esta estampa, que me pareció tan significativa. Agotada, desnutrida, sin ánimo ni capacidad de ronronear. Pero esperando pacientemente, amamantando y acompañando amorosamente (esto lo vi después) a sus cachorros.

Tras unas semanas lejos, el sábado volvíamos a ver de nuevo a Grey (no pudimos evitar ponerle nombre) y me hizo muy feliz ver lo mucho que su aspecto había mejorado. Su expresión, mucho más relajada. Su pelo, más brillante y uniforme. Su cuerpo, visiblemente más sano.

Me hizo pensar en lo distinta que puede ser la maternidad cuando tienes apoyo y cuando no.  Porque da igual si los cachorros son demandantes, si no tienes apenas tiempo de descansar, si las preocupaciones por su sustento o necesidades no te dejan dormir. Lo importante es si tienes un entorno apoyándote, acariciándote el alma hasta hacerte ronronerar, asegurándote un plato cuando haga falta… o por el contrario te encuentras en la más absoluta soledad, tirando de todo sin apenas apoyo del sistema.

Es noticia estos días el descenso de la natalidad. Mírennos, miren a las mujeres jóvenes, miren a las madres.  Las primeras, sin posibilidad de sueldo digno ni vivienda propia a corto/ medio plazo. Las segundas, como la gata de mi ventana, abandonadas a nuestra suerte en una sociedad que nos exige trabajar como si no criáramos, criar como si no trabajáramos, y cuidarnos como si no trabajáramos ni criáramos.

Ni a unas ni a otras nos sorprende esa bajada de la natalidad, las causas las estamos viviendo en nuestras pieles. Lo sorprendente es que aún haya quien no las quiera ver, y peor aún, quien encuentre excusas para seguir sin atenderlas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *