¡Ay amigas, que ya quiere venir el verano! Qué recuerdos tan bonitos me trae de la etapa de bebés de mis dos, y es primavera significa sol y calorcito, algo que siempre estoy echando de menos… y cuando tienes bebés, lo agradeces aún más, ¿verdad? Esas tardes con ellos siempre en la calle, ya sea en el parque, el campo o la playa, pero no paras en casa… ¡como se agradece! Pero ojo, porque también lleva de la mano un cambio de rutinas, y de ropa y productos que necesitan nuestros peques. Y es que con el calor aumentan las rozaduras, aparecen los mosquitos, que si el protector solar… en fin, que es un cambio de ritmo a muchos niveles.
Y ojo con el tema de productos para bebés, porque no siempre es fácil acertar, así que he pensando contaros cuales han sido y serán siempre mis productos favoritos y recomendados para bebés durante la primavera y el verano. Esos que siempre que recomiendo me lo agradecen, porque son acierto seguro. ¡Toma nota!
Pañales: chelino forever
Ya os he hablado de ellos muchas veces, pero es que pasan los años y siguen siendo una apuesta segura. Los pañales chelino tienen una relación calidad-precio difícil de superar, y a cada mamá que se lo recomiendo me lo acaba agradeciendo muchísimo. Pero si son recomendables en general, ya cuando empieza el verano lo son más que nunca, porque son especialmente delicados con la piel de los bebés, y esto se traduce en que se producen muchísimas menos rozaduras e irritaciones de culete. Y ojo con esto mamis, porque con calor, una vez aparece escocedura, cuesta una vida curarla. Os acordaréis de mí cuando le suceda a vuestros nenes…
Los bañadores de bebé reutilizables
Ya os hablé de ellos hace años, y es que tuve la suerte de descubrirlos cuando la peque era aún muy peque, y desde ese momento ya no quise saber nada de los desechables. Tienen la ventaja de poder volver a usarse hasta el infinito, e incluso servir de pañal de repuesto en caso de una fuga inesperada.
Hay infinidad de modelos, formatos, tallas, diseños… con la ventaja de que al ser bañadores secan muchísimo más rápido que los pañales reutilizables convencionales. Yo, que probé ambos, os puedo decir que nada que ver, mientras unos los descarte, los pañales bañador los usé muchísimo. Y uso el plural porque tenía dos, ¡no me hicieron falta más!
Pomada para el pañal Halibut
De la mano de la anterior va usar la crema del pañal adecuada. Y en esto, amigas, tengo un doctorado, con el mayor creo que probé todas las cremas del mercado, porque era de irritación fácil… y fue encontrar Halibut y acabarse el problema. Tienen varias formulaciones, pero esta es sin duda mi favorita. No es especialmente densa, pero protege muchísimo, y también cura fenomenal las pieles ya irritadas. ¡Imprescindible en el cambiador de nuestros bebés!
Aceite para bebés
En realidad, este aceite es fabuloso para usar todo el año, y muy recomendable usarlo especialmente con los bebés que sufren de cólicos; es un aceite pensado para masajear la barriguita, lo cual les ayuda a reducir las molestias. Pero a mí me resulta especialmente útil cuando hace calor, para masajear bien todo el cuerpecito pero especialmente las zonas de más sudor y roce. En estas zonas, habitualmente, a los bebés les salen granitos y rozaduras, y con el aceite prevenimos este problema y mantenemos la piel especialmente hidratada. Ya sabéis que con el calor se les reseca más, así que con un solo producto tenemos dos problemas solucionados. Si tenéis otro aceite favorito sirve también, pero a mí me gusta especialmente este por ser una combinación de aceite de caléndula, sésamo y almendras, maravilloso para la piel de nuestros pequeñines.
Protector solar para niños SPF 50 con filtro mineral
El tema niños y protección solar da para hablar largo y tendido y ya le he dedicado varios posts, pero aún así no me cansaré de insistir en ello. Es importante, ojo, que los niños y niñas tengan sus ratitos de exposición solar, pues es imprescindible para que generen vitamina D. Hay que tener esto muy claro, pues sin vitamina D no hay salud, es imprescindible para nuestro sistema inmune. Pero esta exposición debe ser breve (30 minutos con brazos y piernas expuestos llegan de sobra) y en horarios de baja radición, esto es: antes de las 11 de la mañana (éste es el mejor momento), o a última hora del día.
Cumplido el trámite, es necesario proteger su piel del sol, ya que sabemos que tiene efecto memoria, y por tanto la radiación que acumulen hoy puede acabar siendo el cáncer de piel del mañana. ¡Como no les vamos a proteger!
Y en esto, como en todo, vais a encontrar mil opiniones y mil versiones, pero en lo que los dermatólogos cada vez insisten más es en usar protectores solares infantiles de filtro mineral, por ser más seguros para ellos. A mí me gustan especialmente los que contiene óxido de zinc y dióxido de titanio, y prefiero que sean sin nanoparticulas ni perfume, especialmente cuando se trata de bebés.
En fin, podría recomendaros otros 10 artículos más, pero estos son sin duda los que considero que no pueden faltar ya desde que asoma el primer rayo de sol hasta que comienza a ser necesario el abrigo. ¿Me contáis cuáles son los vuestros?