Cada día que pasa lo tengo más claro: mi centollito necesita compañía. Se lo llevo notando desde hace ya tiempo, y conforme pasan los meses se hace más y más evidente.
La prueba más clara es que cada poco tiempo se trae un amiguito a casa. Al principio venían por un par de días, no hacía mucho ruido ni molestaba mucho, así que no le di importancia. Poco a poco los días se fueron incrementando, y al poco tiempo ya era un cachondeo porque incluso se los traía de dos en dos. Así que decidimos hablar con el niño.
- Centollito de mi vida. Vale que te aburras. Vale que traigas entretenimiento a casa. Pero los virus, de uno en uno cariño, que así no damos hecho a atenderos.
La conversación pareció surtir efecto en un primer momento, pero al poco ya teníamos otra vez todo un desfile por virus por casa, virus que por cierto cada vez se quedaban más tiempo.
Así que hemos decidido empezar a acotar este tema, poniendo nombres y apuntando estancias, porque creemos que algunos se están pasando de listos y repiten por casa, y de otro modo no hay tutía para identificarlos:
- Oye mamacentolla, ¿este no había venido ya en abril?
- ¿tu crees? ¿es mocos tos vomito sin fiebre ni diarrea, o mocos vomito diarrea sin tos ni fiebre?
- ehhhh…..
Y cuando encima son listillos que intentan camuflarse, ya ni te cuento:
- Oye papacentollo, ¿no me habías dicho que este era mocos tos vomito sin fiebre?
- Si, seguro!
- Pues aquí falla algo, porque ahora mismo está con 39º Ô_Ô
Lo dicho, una tomadura de pelo.
Claro que lo de poner nombres no es nada facil, la imaginación se agota rápidamente, así que hemos decidido hacer una lista, como la de los huracanes, para irlos asignando según van entrando.
A este último le hemos llamado Santiaguiño. Por el camino, aunque más que camino casi ha sido un viacrucis, que menuda semana que se ha pegado aquí a todo trapo. ¡Siete días! ¡Y con todo incluído! Y cuando digo todo, es TODO: tos, mocos, fiebre alta, sueño inquieto, inapetencia, flojera, sudores, pesadillas… ¡venga cachondeo! ¡Tremendo aprovechado! Ya decía yo que la pulserita azul que traía en la muñeca me daba mala espina…
Ay Santiaguiño, menos mal que ya le tenemos fichado, no vuelvas por aquí «meu rei».
¿Me ayudáis con los nombres? 😉
jajaja, muy buena idea para tomárselo con humor… no nos queda otra. Sobre todo cuando empieza el frío, la casa si que se llena de «amiguitos» constantemente!!
Ostras orquidea, por un momento te iba a felicitar directamente!! Será que estoy espesa y no me había dado cuenta de la ironía!!
Si es que lo mejor que se puede hacer es tomárselo así si no quieres acabar desquiciada. Ánimos que los «amiguitos» dejan de venir a medida que crecen.
Besos brujeriles!
joer yo también te iba a felicitar!! te lo has currao jajajaja pues no es mala idea eso de ponerles nombre cn la cantidad de tiempo que conviven entre nosotros jajaja que se pase todo prontito!!
Felicidades!!! Aaayyyy nooooooo!!!! XD
Esto no se hace!
Nosotros estamos en plena visita, no se me había ocurrido ponerle nombre…al nuestro puesto q de momento sólo nos ha traido fiebre y hace calor le podemos llamar Lorenzo q creo q le va muy bien el nombre 🙂
Besos y que no tengáis muchas visitas de esas!
Buenísimo!!! No se me habría ocurrido jamás!!! Me ha encantado.
Un abrazo
jajaja, pobreto centollito. Espero que aprenda a jugar solo y no se traiga a más amigos de esos. Un besete!
Hemos caído todas!! Yo ya estaba empezando a pensar en nombres gallegos jaja, me ha encantado 🙂
jajaja! pensaba en una ampliación de la familia! Dile a centollito que a esos amiguitos mejor no les invite.
Un besazo!
Pensar un nombre para bebé siempre es complicado!