En estos días tan cercanos a Navidad he leído ya varias entradas quejándose de las características de la publicidad dirigida a niños: catálogos sexistas, publicidad donde se ignora la diversidad y la diferencia… por ejemplo son muy recomendables las entradas de O mundo ao revés, RealKiddys para Madresfera o Madre reciente.
Estoy totalmente de acuerdo con estas entradas, y creo que hay que cuidar más las publicaciones dirigidas a niños para que sean espacios libres de estereotipos, desigualdades y sexismo; no sólo los catálogos de juguetes, sino en general.
Pero personalmente hay algo que me chirría mucho desde que soy madre, más todavía que esa publicidad discriminatoria y sexista, y es el hecho en sí mismo de que haya publicidad dirigida a niños. Y no sólo es que exista, es que la presión en estas fechas es brutal. En la tele se ven un montón de anuncios seguidos en medio de dos capítulos de dibujos animados. En los buzones se amontonan los catálogos de cadenas de jugueterías, hipermercados, tiendas especializadas… a mi casa ya han llegado 5 catálogos diferentes, ¡y esto no ha hecho más que empezar!
Ya sé que lo de la tele se soluciona apagándola, pero es que esa no es la cuestión. La cuestión es que echo en falta una regulación de este tipo de publicidad, que ponga límites, visto que ni las empresas ni las cadenas son capaces de autoregularse.
Y también echo en falta una visión más crítica de éste tema, que parece que a todo el mundo le parece normal. Nos quejamos de que sea sexista, de que sea inclusiva, y es verdad que esto se debería corregir, pero también creo que además es necesario que se regule y se limite, especialmente en las televisiones, porque algunos padres estamos pendientes de lo que ven nuestros hijos, pero ni podemos hacerlo siempre, ni todos los padres lo hacen tanto como les gustaría, ni todos son conscientes de que deberían hacerlo.
Y esto dejando ya a un lado el hecho de que los niños piden juguetes deslumbrados por la apariencia en el anuncio o catálogo de turno y luego el juguete en cuestión resulta ser un absoluto fiasco… ¿verdad que os suena?
Creo que sería genial que los catálogos de juguetes y la publicidad dirigida a niños fueran inclusivos, que no fueran sexistas, pero también que se redujera tanto el volumen de catálogos como los anuncios en las cadenas de televisión, particularmente en los espacios dedicados al público infantil. Vale que vivimos en un mundo marcado por el márketing, pero creo que los niños aún no están preparados para enfrentarse a semejante nivel de márketing. ¿No os parece?
¿O es que soy la única a la que la publicidad dirigida a niños le parece excesiva?
Me suena, me suena… Y no, no eres la única. Entiendo lo de los catálogos, las tiendas tienen que vender. Yo dejo solo uno en casa. El resto a la basura.
Sobre la televisión, como tú creo que debería haber una regulación porque los niños sí se creen los anuncios. Y luego efectivamente llegan los fiascos. Pero, claro, si no se respeta el horario infantil (mis hijos y yo hemos visto anuncios de condones en este horario, por poner un ejemplo), dudo muchísimo que vaya a haber una regulación sobre la excesiva emisión de anuncios de juguetes. O que, de haberla, se fuera a respetar.
No, no eres la única. A mi me parece vomitivo, la verdad. Lo que hago es apagar la tele casi todo el mes de diciembre. A los niños les pongo DVDs y listo, y aprovechamos para hacer una pequeña desintoxicación televisiva, que nunca viene mal.
A mí me espanta. Pero me espanta más que algunos padres caigan más en la publicidad y presión que los propios niños. Por aquí en Suiza la cosa no es mucho mejor. Lo bueno es que la cultura del deporte en familia está mucho más arraigada y no la cultura de ir a pasear al centro comercial y así tiene pausas del bombardeo de publicidad.
Como siempre, un post magnífico, Vanesa.
Bicos, Marina.
Pues yo también opino como tú, es bestial. Mis hijos cuando ven la tele la mitad del tiempo se la pasan diciendo «yo quiero esto» «yo quiero lo otro». Es desesperante la cantidad de anuncios que ponen. Besos!
Nosotros precisamente por eso,decidimos que en lugar de ver los canales de Antena3, telecinco, etc. Pondríamos el ordenador conectado a la tele. con esto nosotros le ponemos lo que queremos (bueno, lo que él quiere)sin ningún tipo de publicidad.Porque ya no es solo la publicidad dirigida a los niños. Si no toda en general. Estábamos hartos de tanta publicidad. Ahora mi hijo, cuando está en casa de otras personas, y le ponen algún canal que sale publicidad, se enfada, deja de ver la tele y te pide que le quites eso, por que quiere ver sus dibujos.. Creo que más gente debería optar por esta opción. que nos niños no sepan que es la publicidad. Un beso!
Totalmente de acuerdo… se les presiona por tantas direcciones… a ver si van cambiando las cosas porque la infancia en cuanto a derechos a mejorado muchísimo pero todavía le queda mucho que respetar a la sociedad¡ y mucho que aprender de los/as peques¡¡ 🙂
Totalmente de acuerdo, pero como la industria es más fuerte que nosotros en casa hemos apostado por dos cosas:
1. Explicarles que lo que sale en la tele es publicidad y que ni es cierta, ni es buena, ni alimenta, ni instruye.
2. Inculcar la reflexión sobre la necesidad y el consumismo, porque los niños son pequeños, pero no son tontos.
Mientras no se legisle, tenemos que emplearnos al máximo los padres en casa.