Ser padres: maldita no conciliación

No es que me haya sumado a la moda del running, no. ¡Qué más quisiera yo! Más bien es que desde que soy madre de dos me paso el día corriendo.  Y para muestra, mi primer día de trabajo tras la baja maternal:

7:45 Suena el despertador

7:50 Empieza la carrera: darle pecho a la pitufa, vestirla, dejarla en la trona para preparar el desayuno de su hermano, convencerle (a él) de que coma algo, tomar un café entre medias, vestirme a toda prisa mientras vigilo por el rabillo del ojo a la pitufa empeñada en ponerse de pie en la cama,  mientras mi chico viste al mayor y al mismo tiempo negociamos qué juguete llevará al cole, ponerme el abrigo y convencer a la pitufa de que se va más cómoda sentada en la silla que de pie…

8:45 ¡¡¡¡ venga que llegamos tarde!!!! Carrera de casa al cole de mayor – del cole del mayor casi echando los hígados hasta la guarde de la pitufa – y un sprint final para llegar al trabajo antes de las 9:30

¡Que estrés! El primer día llegué al trabajo casi a punto de vomitar el desayuno, con pelos de loca y sudando como si hubiera corrido una maratón. ¡Poco me había faltado! Pero lo peor  no fue eso, lo peor  -o quizás lo mejor- fue compartirlo en Facebook y comprobar  que en realidad es lo normal, que casi todas estamos igual.

A todo esto, mi chico como veis participa en la fase desayuno y vestir, pero luego se va tan tranquilo al trabajo, porque claro el “pobrecillo” trabaja lejos y va en coche…

No puedo evitar preguntarme cómo lo hacéis las que vivís en grandes ciudades y a mi loca maratón tenéis que sumar el tiempo de coche, o de autobús o metro. ¡Qué locura!

Pero oye, ¡no seré yo quien se queje! Porque para más inri soy una de esas raras “afortunadas” que puede llevar a sus hijos al colegio y luego recogerles, comer en casa y compartir con ellos toda la tarde. Al módico precio del 50% de mi sueldo, que no piense nadie que la broma me sale gratis. Pero es que yo he podido elegir, mi situación y mi jefe me lo han permitido.

Otras, diga lo que diga la ley, no tienen la misma suerte. Algunas quizás coman con sus hijos, la mayoría los verán a la noche al salir del trabajo, tras pasar todo el día fuera. Y para más inri les dará envidia mi maratón diaria. ¿No es de locos?

Conoce tus derechos

–         Reducción de jornada por guarda legal
–         Excedencia por cuidado de hijos

 

 

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cuadros para niños

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Publicado originalmente en el número de Febrero de 2015 de la Revista Ser Padres.