slow deco ¿qué es?

Slow deco: qué es y por qué está tan de moda

¿Te gustaría decorar tu hogar aplicando las premisas del slow deco, pero no sabes por dónde empezar? Al igual que el slow food, el slow fashion o la cosmética slow, la slow deco nos permite vivir de una forma más consciente, más reflexiva, y sobre todo de un modo más sostenible para nuestro entorno. Hoy te voy a explicar los 8 elementos clave que componen la decoración slow o slow deco.

La slow deco

¿Y si bajamos la velocidad?  La tendencia de la decoración slow ha ido tomando relevancia en los últimos años. El motivo está claro: cada vez somos más conscientes de la necesidad de vivir de un modo más pausado y consciente, ya sea en materia de alimentación, moda, cosmética, trabajo o decoración. Poco a poco hemos ido aprendiendo a tomar consciencia de todo lo relativo a nuestra forma de vivir y de estar en el planeta, y esto afecta a todos los aspectos de nuestra vida.

La decoración slow se define por varios elementos como el minimalismo,  el uso de objetos de segunda mano o el reciclaje; el clásico «reducir, reusar, reciclar», que poco a poco hemos ido aplicando a todas las facetas de nuestra vida. Pues, como no podía ser menos, aplicaremos también esta premisa a la decoración.  Cocina, baño, sala…  se puede aplicar a cada habitación, en cada una a su manera.

1. Materiales naturales

Para que tu interior se integre en la slow deco, los materiales naturales son, sin lugar a dudas, imprescindibles. La madera, el lino, el algodón o la piedra son materiales naturales que deben prevalecer, pues estos materiales, además de ser duraderos, son agradables y le dan a tu espacio un ambiente cálido y suave.

2. Reciclaje

La decoración slow también y sobre todo implica reciclar. Recoger palets para hacer un mueble de jardín, un cabecero o una mesa de centro, es 100% slow. Esto es lo que se conoce como «upcycling»: reclicar un objeto, pero dando un toque creativo que aumenta su valor. Es decir, no sólo se trata de dar una segunda vida a materiales u objetos, sino que se hace transformándolos en nuevos objetos o muebles útiles, con un valor superior al original. Así se consiguen piezas únicas y duraderas y que además son muy tuyas, pues has puesto tu creatividad en ellas.

3. Minimalismo

El minimalismo también es un eje básico para conseguir una slow deco. Como «slow» significa «lento» en inglés, podríamos definir slow deco como el hecho de ralentizar y consumir de una forma más cualitativa y ecológica. Y aquí es donde el minimalismo adquiere todo su significado.

Hacer de tu interior un espacio minimalista consiste en volver a lo básico, contentarte con lo estrictamente necesario y realizar compras razonables.

4. Hazlo tú mismo

Es la hora de hablar del bricolaje, que es el arte de hacerlo por ti mismo y que ya que lleva varios años en alza. Y eso no es de extrañar, ya que te permite hacer tus propias decoraciones, objetos y otros artículos de uso diario a un costo menor. Además de ser creativos y agradables de hacer, los bricolajes forman parte del mundo de la slow deco: maceteros de macramé, mesas de madera reciclada, cabeceros o sofás con palets… hacerlo por tí misma convierte tu decoración en única.

5. Tonos suaves

De forma indirecta, la elección de colores juega con la atmósfera que transmite tu hogar. Para un ambiente digno de un interior slow, debes apostar por tonos suaves y atemporales como el beige, el blanco, el gris o los colores pastel. Una forma de vida slow implica una elección de colores cálidos y relajantes.

6. Compra en cercanía

Si hablamos de decoración slow, es básico prestar más atención a los artículos hechos en tu país, centrándote tanto como sea posible en la artesanía local. Llama a un carpintero cerca de ti para hacer tus muebles, prioriza comprar muebles y decoración hecha en tu entorno. Además de emplear mano de obra local y, por lo tanto, ayudar a que la economía local crezca, obtendrás muebles únicos y hechos a medida hechos con materiales sostenibles. Si, la slow deco es ante todo eco-responsable.

7. Mercados de segunda mano y tiendas de reciclaje

Slow deco también significa ir a buscar ese objetivo especial en mercadillos  y tiendas de reciclaje, para favorecer la segunda mano. Descubre piezas únicas que darán un toque muy personal a esa habitación que estás decorando. Hazla tuya dándole un toque distinto, como un cambio de color o barniz. En pocas palabras, deja de comprar compulsivamente y hazlo de un modo más consciente y sostenible, dando una segunda vida a objetos que aún tienen muchos años por delante.

8. Que no falten las plantas

Por último, pero no menos importante, las plantas son un elemento imprescindible que no puede faltar en tu hogar. Las plantas renuevan el aire y aportan belleza, y cuidarlas es sin duda un acto de relajación y autocuidado. ¿Te parecen pocos motivos?

Si crees que no te gustan las plantas, quizás es que no has mirado bien, pues hay mil opciones: cactus, suculentas, plantas variegadas, verdes, con flores, plantas colgantes… incluso los ramos de flores, frescas o secas, sirven para dar ese toque verde a tu hogar que marcará la diferencia.

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