El pasado 23 de junio tuvimos la suerte de visitar PortAventura World para conocer en primicia el nuevo espectáculo de Tadeo Jones , en un evento muy especial en el que, además de al mismísimo Tadeo Jones, pudimos conocer a algunos famosos. Y, lo mejor de todo, pudimos disfrutar del parque durante todo el fin de semana. Aunque ya os he adelantado algo por redes sociales, hoy os voy a contar cómo fue nuestra experiencia y algunos cotilleos.
Primer día: rumbo a PortAventura World
Ya sabéis que me gusta llevar a los peques de sorpresa, y esta vez no podía ser menos, así que allá que nos fuimos al aeropuerto dispuestos a cruzar España de lado a lado en avión.

Ya os podéis imaginar que nos frieron a preguntas, especialmente el mayor, que se fijó muy mucho en todos los carteles y billetes intentando averiguar algo. Pero aún así, hasta que no llegamos al hotel no se dio cuenta de dónde estábamos. Eso si, fue entrar en la habitación y tenerlo clarísimo, especialmente al ver los dos muñecos que nos esperaban…
¡¡TADEO JONES!! Ahí no tuvieron dudas: ¡¡estamos en PortAventura!! Y es que con lo super fans que son ambos de Tadeo Jones no les había pasado desapercibida la publicidad en TV anunciando la llegada de Tadeo Jones a PortAventura World … ¡ya os podéis imaginar su emoción al saber que lo iban a conocer! Criaturillas, bendita inocencia…
La habitación, por cierto, una maravilla: amplísima, con camas enormes, y decorada con un montón de detalles relativos a la zona en la que nos encontrábamos: Far West.
Como llegamos ya por la tarde, nos fuimos a dar un paseo por el parque para familiarizarnos un poco con las distancias, sin demasiadas pretensiones pues tras tantas horas de viajes los dos iban ya un tanto cansados, aunque con muchas ganas de verlo todo.
Ya sólo salir del edificio de nuestro hotel nos quedamos alucinados, verdaderamente parecía que estábamos en el Oeste…
Todo esto son edificios que forman parte del hotel: habitaciones, restaurantes, tiendas… pero la ambientación está cuidada hasta el más mínimo detalle.
Como os digo llegamos ya de tarde y no teníamos mucho margen hasta la cena, así que nos fuimos directos hacia la zona de Polynesia , y es que mi hijo tenía clarísimo que antes de nada quería montarse en Tutuki Splash.
Todo un acierto: divertida, refrescante (hizo bastante calor) y con la dosis justa de adrenalina. Como ya os podéis imaginar, ¡tuvo que subir más de una vez!
La pena es que la pequeña no pudo subir, y es que hace gala de su alias, mi Minchiña no llega al metro de altura, así que en muchas de las atracciones donde quería subir el mayor, ella no podía porque no daba la altura mínima. En este sentido, PortAventura está muy bien pensado y organizado: todas las atracciones tienen señalizada claramente la altura mínima para que el niño pueda entrar, tanto solo como acompañado. Y además tienen un medidor a la entrada, para que puedas comprobar si cumple la altura necesaria sin necesidad de esperar la cola.
Aunque pueda parecer un fastidio no poder entrar por un par de centímetros, como nos pasó en algún caso, hay que pensar que es por una cuestión de seguridad, así que mejor que sean estrictos con el tema. Será por atracciones donde montar, os puedo asegurar que la pequeña no paró un momento, como os digo está muy bien pensando y tienen de todo para todos los públicos.
Y durante toda la jornada hay personajes paseándose por todo el parque, así que es un no parar de verles. No sabéis la de fotos que tengo de la pequeña con amiguetes… ¡le hacía una ilusión tremenda!
Esa noche cenamos en el Buffet New Texas de nuestro hotel, que nos pareció completo y para todos los gustos. Después estuvimos tomando algo en la plaza, y nuestros peques descubrieron que en el Saloon había animación infantil, con bailoteo incluído, y allá que se fueron…
Segundo día: conocemos a Tadeo Jones
Este segundo día (sábado) la organización nos reunió con otros bloggers, youtubers (españoles e internacionales), influencers y famosos para llevarnos a la zona de México a recibir al recién llegado: Tadeo Jones , que aterrizaba en PortAventura ese mismo día para presentar su nuevo espectáculo. Primero hicieron una pequeña presentación en el exterior, nos «presentaron» a Tadeo y nos hicieron fotos con él:
Los peques estaban que no se lo creían, ¡una foto con Tadeo Jones! El mayor ya es consciente de que se trata de un «disfraz», pero aún así le hizo muchísima ilusión, ¡con lo que le gustaron las películas!
Entretanto, yo aproveché un rato de espera para mi momento fan particular…
Majísima Carme Chaparro, aunque debo confesaros que como ella también iba con la familia me dio palo ser una fan pesada así que sólo le pedí la foto y le manifesté mi admiración, ¡si lo llego a saber me llevo su último libro para que me lo firme! jajaja
Lo más gracioso es que se quedó como sorprendida de que sólo le pidiera foto a ella, y es que por allí había otros famosetes, pero queridos míos, lo siento, mi admiración era sólo para Carme, aunque el resto también eran majetes y más tarde nos hicimos alguna fotillo…


A lo que íbamos, que es el nuevo espectáculo de Tadeo Jones No os voy a contar demasiado, porque no es plan de cargarme el factor sorpresa, pero lo que si os puedo contar es que resulta muy entretenido, con esos toques graciosos que tienen las películas, y los mismos compañeros de aventuras:
Merece mucho la pena verlo, ¡se nos hizo hasta corto! No os lo perdáis cuando visitéis PortAventura. Este espectáculo se puede ver cada día a las 16:45 y a las 18:00 (excepto domingos) en La Cantina (zona México).
Además de éste, hay varios espectáculos cada día a lo largo de todo el parque, así que os aconsejo informaros según el día que vayáis a estar y la zona que tengáis pensado visitar, para así no perderos nada 😉
Como estábamos en México, aprovechamos para visitar las atracciones de la zona, donde había unas cuantas bastante espectaculares, mirad sino el Hurakan Cóndor:
No nos atrevimos con él, yo ahora mismo tengo bastante vértigo, así que imposible, y mis chicos dudaron un poco y finalmente prefirieron irse a El Diablo:


La verdad es que me dio envidia, pero mi niño no quiso volver a montar, y no era plan de dejarles a los dos peques solos esperando mientras nos montábamos los mayores 😛
Una cosa que nos gustó mucho tanto de esta zona en particular como de todo el parque en general, es que hay muchas sombras, con lo que la sensación de calor es menor, y además te ahorra llevar gorra, que, quieras que no, añade más calor.
En esta zona había muchas atracciones para los más pequeños, así que aprovechamos para subir en varias con la pequeña. En algunas se podía subir sola, y en otras con compañía de un adulto.
Comimos en la Hacienda El Charro, comida mexicana típica y buenísima, en un ambiente precioso, os lo recomiendo totalmente. ¡Qué sitio más bonito y agradable!
Después de comer dimos un pequeño paseo por China y nos quedamos alucinados con la espectacularidad de las montañas rusas . ¡Tenemos que volver con más adultos, para poder montar mi chico y yo en ellas! Aunque no se yo si me atrevería, si mi niño llega a decir que se quiere subir, me mete en un apuro jajajaja
De México pasamos a SésamoAventura, el área dedicada a los personajes de Barrio Sésamo, y pensada para los más pequeños .
Y lo primero, un pintacaras, menuda artista la chica…
Aquí montamos en un montón de atracciones; la favorita de la peque fue El Salto de Blas, inspirada en el Hurakan Condor (el de caída vertical de la foto de arriba). ¡Lo que nos reímos subiendo por propulsión a brazo y bajando «a toda velocidad».

Y con mi niño, en el Magic Fish, que parece que no pero va bastante rápido… ¡divertidísimo!
Cuando ya habíamos repasado varias veces todo Sésamo volvimos hacia Far West, pues nos faltaba por probar un par de atracciones, y estábamos pensando en subir a los rápidos con el mayor.
Por el camino, otro gran acierto: las decoraciones de todo tipo que hay a lo largo de todo el parque, cada pocos pasos, y que sirven como entretenimiento a los niños, y hacen que las distancias les resulten mucho más cortas, pues cada poco encuentran algo a lo que subirse y jugar.
De hecho, en alguno aprovechaban para descansar y jugar un rato, ¡algunos daban mucho juego!
De las atracciones de Far West, hubo dos claros favoritos: para la pequeña, el tiovivo, y sin duda para los dos el Buffalo Rodeo, ¡no se querían bajar!
Junio es sin duda una fecha genial para visitar PortAventura ; había gente por todas partes, pero las colas eran mínimas, así que podían subir una y otra vez a todo lo que les apetecía, si tener que esperar apenas. Nos quedó clarísimo: cuando volvamos, lo haremos en junio. ¡Se estaba genial!
La zona de entrada al parque desde Far West es una especie de feria, es donde se encuentra el tiovivo, además de otras atracciones, y también varios puestos típicos de las ferias: tiro, pesca de patos, etc. Ambos quisieron probar en varios, y la pequeña consiguió 2 peluches ella sola. ¡Tendríais que ver su cara de orgullo! El mayor también consiguió un par, claro, pero para ella era la primera vez, así que le hizo toda la ilusión del mundo.
Esa noche cenamos en el restaurante Ópera de Gold River (Far West), y debo deciros que me quedé ALUCINADA con el nivel de la cocina, ¡pero qué bueno estaba todo! Reconozco que me sorprendió, no esperaba encontrarme menús con tanta calidad. Y también nos sorprendió, y muy gratamente, que absolutamente todos los restaurantes tenían carta infantil, con dos menús adaptados en cantidad para que pudieras elegir según la edad, y un extra muy acertado en la propia carta…
Cada carta infantil trae un juego y dibujo para colorear por la parte de atrás, y su paquete de ceras, con lo que los peques se sentaban e inmediatamente se ponían a pintar. Esto es savoir-faire, y lo demás son tonterías. También les ponían siempre vasos especiales con tapa y pajita, vasos que además se podían llevar, y aunque los míos ya suelen beber de cristal no veáis la ilusión que les hacía… de hecho un par se vinieron a casa 😉
Ese día acabamos agotados, estuvimos un rato en la plaza como la noche anterior, el ambiente es genial y los niños ya sabéis, en seguida conectan y juegan juntos.
Tercer día: Caribe Aquatic Park
Para el tercer día teníamos entradas tanto para Caribe Aquatic Park como para Ferrari Land. Nuestra intención era pasar la mañana en Ferrari y la tarde en remojo, pero lo cierto es que ya de mañana hacía bastante calor, y los peques ya sólo pensaban en agua y piscinas, así que nos fuimos directos al parque acuático.
Para llegar a él cruzamos Mediterrània, donde destaca el gran lago central y la atracción Furius Baco, que pasa sobre él a toda velocidad, y también sobre las cabezas de quienes pasan porese paseo. Impresiona muchísimo.
Esta zona está inspirada en un pueblo pesquero, con sus casitas de poca altura, tienditas y restaurantes, es realmente bonita.
De hecho, en algunas atracciones, como las Barracudas, no puedes llevar ni una cadena al cuello, ¡mucho menos una cámara o móvil! Y esto lo descubrí cuando ya íbamos subiendo y me dijeron que ni lo uno ni lo otro… así que grabé unos pocos vídeos (los podéis ver en mi IGTV), y antes de irnos rescaté la cámara e hice unas cuantas fotos.


No se ve ni una pequeña parte de lo que es el parque, pero sobre todo no se ve lo mejor, que es lo que ves tú cuando estás en alguna de las atracciones de agua… Con el Río Loco nos divertimos muchísimo, no sé ni cuantas vueltas dimos los cuatro montados en los flotadores (los de la foto de abajo), la peque conmigo o mi marido, algo tan sencillo como dejarte llevar por la corriente y que te vayan salpicando chorros resultaba divertidísimo.
Nos pasamos el día alternando las piscinas con las zonas para los más peques: La Laguna de Woody, el Galeón Pirata y Sésamo Beach, para que la peque estuviera entretenida mientras los mayores nos turnábamos para ir con mi niño a atracciones más emocionantes, como Rapid Race o El torrente. ¡Qué pena no tener imágenes de ese momento! Aunque, por mucho que os enseñara, ¡tenéis que vivirlo! Esa adrenalina es indrescriptible 😉
lNos dio mucha pena quedarnos sin ver Ferrari Land, además acaban de inaugurar una nueva zona infantil de la que nos han hablado maravillas , pero fue materialmente imposible, tendremos que volver para poder quitarnos la espinita.Lo que más nos ha gustado de PortAventura World
– Las atracciones de agua. Nos quedamos con ganas de montar en alguna más, pero al ir los 4 y no poder entrar la pequeña, se nos complicaban un poco. ¡Nos quedaron ganas de más!
– Las distancias no son excesivamente grandes, se hacen amenas y con tantas sombras son muy llevaderas.
– Las comidas. Fue una grata sorpresa encontrar menús con tanta calidad y restaurantes tan volcados con los niños.
– El espectáculo de Tadeo. ¡No os lo podéis perder!
– Ir en junio. Días largos, temperatura agradable, cantidad de gente adecuada (ni poca ni mucha), colas cortas, no aglomeraciones. ¡Cuando volvamos será en junio, sin duda!
– Lo amable que es TODO el personal, y el buen humor que se gastan. ¡Nos llamó mucho la atención!
– Caribe Aquatic Park. ¡Nos hubiéramos quedado una semana allí, de piscina en piscina!
– Las impresionantes montañas rusas. Cuando volvamos, podéis estar seguras de que iremos con más adultos. ¡Queremos montarnos en todas!
Y es que al ir con niños pequeñitos el plan es distinto de si vas con más mayores. Pero eso es, precisamente, lo que más nos ha gustado de PortAventura World: está pensado para todas las edades, y puedes estar segura de que, independientemente de tu edad y gustos, te lo vas a pasar genial. ¡Nosotros pensamos repetir pronto!
.
Que ganas me han entrado de ir!! me encanta
¡estás tardando! Nosotros ya estamos preparando la siguiente visita 😉
Buenas quisiera saber si lo de pintacaras esta siempre en portaventura o es solo en fechas señalas y precio porfi. Muchas gracias