
Segundo año de guardería: muchos cambios
A punto de terminar el segundo año de guardería del peque, echo la vista atrás y no puedo estar más que agradecida. Con todo el personal, con su maestra y con la directora. Bendito el día que lo apunté allí. En la vieja guardería, siempre que lo llevaba se quedaba llorando, aunque si lo llevaba el papi se quedaba un poco mejor. En esta se quedó un poco asustado -que no llorando- el primer día, pero cuando lo fui a buscar me dijo «Mamá mañana volvemos aquí«. No os podéis imaginar el peso tan tremendo que me quité de encima. Los días siguientes protestó un poco, incluso lloró alguno de los días, otros quedaba intranquilo, pero al buscarlo siempre estaba contento. Yo le preguntaba si quería volver al dia siguiente, y la respuesta siempre era SI. En una semana ya comenzó a quedarse contento. Aun así, la adaptación se hizo…